Con un suspiro : Todo lo olvido

Desde ése día no le volví a hablar, dejó de ser mi amigo, no podía permitirle eso, al menos no yo, los demás cómo si nada,no me parecía correcto su cambio, daba vergüenza ajena, me sentí mal,decidí no tener ningún tipo de relación con él, se lo dije, y lo entendió.

Evitaba cruzarme con él, me provocaba naúseas, se volvió más escandaloso que antes, y ello me irritaba, pero no le daba importancia, era lo mejor.

Era vóx pópuli que se travestía en las noches, yo lo ignoraba, pero desde aquel día, en que comenzamos las clases, luego de las vacaciones, empezó a ir vestido de mujer, incluso llegó un día con un conjunto de verano, increíblemente descarado, usaba tacos y sandalias, aunque suene curioso pero así fue.

Siempre respetó mi sentir, nunca me pidió explicaciones, ni se molestó conmigo, sabia de la tirria que me provocaba, y él mismo evitaba cruzarse conmigo, a pesar de todo siempre me consideró su amigo, pues siempre le decía a los demás : Díganle a Luigi que se cuide, que siempre estoy rezando para que le valla bien, y que no se preocupe por mí, que me sé cuidar.

Evaluando su cambio, no puedo dejar de decir que la ropa de mujer, la caía muy bien, cómo una vez le oí decir, si uno quiere verse bien, hay que invertir, y en eso coincidí con él, pues siempre se vestía muy bien, iba con buena ropa, se notaba, que se te estaba tomando en serio, ello de querer ser mujer.

Supo de mi opinión y de la concordancia que tuvimos, me lo agradeció por intermedio de un compañero, pero no le respondí.

Lo tomé cómo un cumplido o cómo si me estuviese retando, quizás quería decirme muchas cosas en mi cara, pero no las hizo, yo tampoco, simplemente me aparté.

Sólo cuándo nos graduamos, intercambiamos algunas palabras, pero mero protocolo , nada más. Luego de nuestra graduación no lo volví a ver.

Increíblemente en la ceremonia de graduación, fue vestido de hombre, con un terno impecable, pero siempre con su femineidad a flor de labios, estuvo perfecta, para esas fechas, ya hasta había afinado sus rasgos, con tanta hormona que tomaba, su voz también había cambiado, era bien suavecita, casi femenina. Y muchos detalles más.

Hasta hace dos semanas que ya estoy de vuelta por Lima, en las que me he enterado, por medio de mis amigos que sí lo siguieron viendo, me contaron que está viviendo en España, y ya se operó, ya es una mujer por todo lado, sueño o anhelo ¿ no lo sé, pero de que lo hizo , lo hizo.

No lo comprendo ¿ a tanto llegó su desviación, su sentir, su deseo, su sueño ¿ tanto que decidió cambiarse de sexo ¿

Ahora que sé esto de él, se me ocurrió escribirle algo, y hoy que lo hago, me provoca decirle algo que quizás nunca se lo podré decir y espero que lo tome como un desagravio a mi necia y errada actitud :

José Fernando :

Espero que te vaya bien, te deseo lo mejor, suerte, en todo amigo, pues a pesar de todo te considero mi amigo, si alguna vez fui drástico contigo, creí hacerlo por tu bien, pero me has demostrado que tenías una meta y ya la lograste , bien por ti, no me siento mal por ti, si no por mí, te dejé de lado, te discriminé, me aparté de ti, cuándo quizás necesitabas de mí, pero no lo hice para lastimarte, ojalá que tus metas sigan siendo realizadas, por lo pronto la más importante ya la lograste, desde ya me siento bien por ti.

Más vale tarde que nunca no ¿

Déjate ver , no seas cruel

Una de mis amigas, había mandado un correo en cadena a todos los chicos del salón, diciendo esto :

Ayer sábado mientras paseaba con unas amigas por Miraflores, a la altura de la cdra. 38, vi a José Fernando prostituyéndose , vestido de mujer, fue terrible, no lo quise creer, pero para cerciorarme, llamé a un amigo, quien junto conmigo, en su carro, pasamos por delante de él, y me reconoció, se fue corriendo, y desde esa noche no lo he vuelto a ver, por allí.

Estoy sorprendida por eso, no lo puedo creer,

Cómo periodista que ya casi soy, era mi deber informarles , para salvaguardar la integridad é imagen de la promoción.

Saludos Cordiales,

Carmín .

Me quedé estupefacto, lo dudé, pero le di crédito a lo dicho por Carmín, muchas veces José Fernando iba a la U, maquillado, y vestido muy ajustadamente, se pintó el cabello de rubio, y usaba aretes, todos accesorios de mujer, pero nunca fue vestido totalmente de mujer.

No hice nada, lo tomé cómo una primicia, pero no hice nada, no me provocó llamarlo ni nada, esperaría el lunes, para vernos en la U, si es que se había matriculado, claro está.

El lunes todos estuvimos en el salón de lo más normal, José Fernando no llegaba, estábamos un poco ansioso de verlo, ya sabía que nosotros sabíamos su verdad, así que no iba a poder evitar las explicaciones que cómo amigo de todos debería de darnos.

A eso de las 10 am, para la tercera hora, José Fernando ingresó al salón, cómo lo presentimos : vestido de mujer.

Llevaba un jeans a la cadera, un polito de tiras licrado, unas zapatillas deportivas, su cabello bien rubio, y bien maquillado, llevaba aretes, tenía la boca pintada, entró con lentes oscuros, y con una cartera grande. Silencio total.

Saludó al profesor, que también quedó estupefacto, y se sentó en la carpeta, lo miré , él me guiñó el ojo, me dio mucha pena, mucha pena.

Te han visto de rodillas, sentado y de cuclillas , en todas las posiciones

Empezando el VIII Ciclo ,en la universidad, ingresó un chico nuevo al salón, era de apariencia medio agradable, era moreno, punto en contra para empezar, para tenerlo cómo amistad, digo, bueno, noté que desde la primera vez que lo vi, que era algo raro. Y no me equivoqué.

Al pasar los días, mientras se iba acoplando al grupo humano que éramos, lo fui conociendo, y él también se fue abriendo más, a todo la gente, ya era notorio , en menos de dos semanas, todos sabíamos que era homosexual, pues él mismo no los dijo, una noche en que salimos a tomar, para darle la bienvenida, dicho sea de paso, esa salida fue pretexto para confirmar las sospechas que teníamos. Y acertamos.

El lunes siguiente el salón entero, ya sabía de la gran verdad de José Fernando, él no se inmutó ni se sorprendió, se sintió, y lo supongo, más libre, así que no se reprimió más.

Era la mariquita del salón, cualquier cosa era el centro de atención y de las carcajadas, pero todo en buena onda, dentro de todo, era buen pata, tranquilo, respetuoso, educado, pero a veces era una amanerada de mierda , pero ése era su asunto.

Todo iba bien con él, éramos bien patas, aunque nunca le dije que era bisexual, pero en honor de la verdad, en una huasca, debo decir que dejé que me lo chupase , pues estaba medio ebrio, yo normal, lo dejé, le toque el culo, me manoseó todito por adelante, al final me lo chupó, le pedí que todo quedara como un secreto , lo respetó, y lo debo de decir, tuvo palabra, nunca nadie supo de eso, ahí lo valoré más cómo amigo, podía confiar en él.

Pero al pasar lo meses, lo notaba cambiante, él se juntaba con todos y todas en el salón era “amigo de todos”, me enteré luego que se lo había chupado a casi todos los chicos del salón, y me dio un poco de asco, esa actitud promiscua en él, pues me enteré por propia boca de mis patas cuándo compartíamos alguna conversación, se burlaban a morir, yo no dije nada, pero supuse que ya sabían, que también, su boca había pasado por mí, normal para mí, total yo no perdí nada.

Terminamos el ciclo, salimos de vacaciones en la U, yo me fui al norte a descansar por Máncora, todo el mes de agosto, me desconecté de Lima, no contestaba el celular a nadie, no quería intromisiones en mis paradisíacos días de relax , el VIII ciclo fue terrible, para mí, mi cerebro necesitaba oxígeno, así que me desterré voluntariamente de todo en la capital.

Sólo recibía llamadas de mis padres o hermanos, de nadie más, pues estuve allá con mi enamorada, los dos solos, así que no necesitaba a nadie más.

Llegué a Lima, alrededor del mediodía del 27 de agosto, pues el 28, era cumpleaños de uno de los chicos del salón y lo iba a celebrar a lo grande, por obvias razones no me podía perder tremenda celebración, llegando me enteré de muchas novedades, entre las cuáles había una muy sorprendente, referente a José Fernando.

Rózame : Castiga mi piel.

Siempre que he podido en las noches, más que todo en los fines de semana, religiosamente entraba al internet a revisar mi correo, o a revisar alguna página o simplemente a huevear.

Muchas veces también aproveché, para contactarme con gente desconocida, unos querían sexo, y casualmente yo también, muchas de esas personas, sin querer queriendo, al igual que yo, quedábamos atrapados horas y horas, tratando de quedar en algo, tratando de poder ver si algo podía pasar, previo intercambio de foto, quedábamos en algún lugar, pero a la hora de la hora, me desanimaba, no sé porque, pero a veces creo, que la insistencia de la otra parte, ( puta, que arrechos de mierda ¡¡¡ ) me hacía desistir, además también , que con cualquier adefesio tampoco me iba a meter, así que en múltiples ocasiones , me negué rotundamente a encuentro posible, pues mi partner era un asco, un asco andante.

Cómo es la vida no ¿ , verme envuelto en esto, tan común, ser un puto más, un puto más del montón, para mi buena suerte, pocas veces, cedí al deseo carnal de entrar en algún orificio, que conocí en el mirc, muy pocas veces, pero lo hice, y no puedo negarlo, pero que ello me haga un promiscuo, no lo tolero, siempre supe que darme mi lugar, nunca puse en riesgo mi salud, quizás en varias oportunidades sí, pero no fueron muchas las veces, cómo repito, todo con precaución.

Ésa etapa en mi vida se cerró, ahora que entro a internet, ignoro las salas de chat, ya no me llaman la atención, será porque siempre tengo 6 o 7 amigos habituales, a los cuáles llamo o escribo, cuándo quiero cachármelos, será por eso, que ya no me interesa conocer más gente.

Digo esto pues la gente puede pensar que ando con uno y con otro y no es así, no frecuento lugares de ambiente ni de dudosa reputación, por obvias razones, mi familia tiene una reputación que siempre ha mantenido intachable, no deseo bajo ningún motivo profanarla, por tal motivo mi imagen , ante todo, es importante.

Cómo digo, si deseo ir por ahí, a divertirme lo hago, sin miramiento, ni represión, lo hago, pero no frecuentemente, todo en su momento, prefiero las cosas más privadas, más íntimas, es mejor así, vale más participar de una fiesta privada, que ir a una discoteca pública. Dice mucho de uno, evitar los escándalos, son premisas claras en mi vida.

Agradezco los mails que me envían , proponiéndome infinidad de cosas, los leo y me rió muchas veces, pues a veces pareciese que la gente se confunde mucho al leer mis historias, me etiquetan de tal o cuál forma y bueno eso es de libre albedrío, no puedo hacer nada por evitarlo.

Sólo yo sé, que soy realmente, yo sólo me conozco, yo sólo diseño mi vida, yo sólo, nadie interviene, nadie, digan lo que digan , hagan lo que hagan , no cambia nada.

Así soy feliz.

Yo ya me cansé, no puedo seguir así

En la mañana del sábado, me levanté con un hambre atroz, eran las 6am , si más no recuerdo, los chicos descansaban, así que ingresé al mar, tenía ganas de darme un duchazo, no hacía calor, pero tampoco frío, así que lo hice sin miramientos , ni arrepentimientos.

Previamente me empujé todo el arroz con papa y atún que había en la olla, comí raudamente, con el temor de ser descubierto, lo terminé todito, ( que tragón soy jejeje), y procedí a ingresar a la playa.

Al ir avanzando , la corriente se presentaba más serena, sin miedo alguno, seguí caminando, sin darme cuenta que ya me había alejado de la orilla, no avancé mucho tampoco, pero igual estaba lejos, en un momento de mi resaca, me dio un desvanecimiento y caí en el agua, vi todo nublado, sentía agua por todos lados, no podía respirar, me había revolcado.

Cómo no sé nadar , muy bien que digamos, a pesar de mis clases intensas, en el Country Club de Villa, no sabía como zafarme de aquella trampa, estuve pataleando terriblemente, pero no tenía sentido, la respiración se me estaba acortando, mientras la corriente me jalaba mar adentro.

En un momento de mi desesperación, pues estaba desesperado, levanté mi brazo, tratando de que alguien pudiera verme, no distinguía la orilla, inertemente levantaba mi brazo, con la esperanza de que alguien me viera, pero todo esfuerzo era inútil , mi cuerpo estaba cediendo, ya no podía luchar, era muy difícil, el mar estaba ganándome la batalla, ya no podía seguir .

Me sentía muy débil, la lucha encarnizada entre mis fuerzas, y la bravura del mar, era terriblemente en desventaja, yo no pude hacer nada, dejé de luchar , ya no tenía ni un ápice de sentido, intentar algo , era el fin.

Muy dentro de mí , de mi inconciencia , tenía miedo, esa no era la forma de dejar éste mundo, era absurda, lloraba, mi corazón se desgarraba de frustración, me sentía , por primera vez en la vida, vencido, humillado, derrotado, fracasado, no quería morir, no era el momento, pero ya estaba demás cualquier deseo positivo, estaba perdido.

Por mi mente pasó un cortometraje de mi vida, todos los momentos bonitos y los malos, vi, uno por uno el rostro de mis padres, mis hermanos, de mis tías , de mis tíos, de mis familiares muertos, los vi a todos, cómo si me estuviese despidiendo de ellos, quería gritar pero no podía, el agua me había inundado hasta el alma.

Cedí, perdí, cerré los ojos, que los tenía abiertos, los tenía abiertos pues no deseaba dejar de ver éste mundo, no quería irme, no quería perderme entre la inmensidad del mar, pero esos segundos eran una eternidad.

Por un instante, dentro de mis incoherencias mentales, sentí una voz muy dulce, llamándome, una voz que me decía : Tranquilo, ya pasará, espera un poco, no te resistas, ven, no tengas miedo, no supe nunca de quién fue, cuándo de pronto siento una mano que me sujeta fuerte, del brazo, que seguía, haciendo la señal de auxilio, pero ya había perdido el sentido, era la muerte, la muerte ya había venido por mí.

Sentí una vorágine de sensaciones corporales, percibí una luz muy potente en mi rostro, abrí los ojos y sentí el sol en la cara, los rayos solares eran abrasadores , por impulso los cerré , sentía ganas de vomitar, mi boca estaba salada, mi cuerpo entumecido, no lo podía mover, quería hablar pero no podía, mi voz se había apagado.

A mi lado vi, a todos los chicos que habíamos ido al campamento, los noté muy preocupados, todos decían cosas hacía mí, no los escuchaba, no podía, la playa estaba llena de mucha gente alrededor mío, distinguí a un salvavidas, que hacía lo imposible por estabilizarme, me decía cosas, pero lo oía lejanamente, dibujé una sonrisa , una vez más, había triunfado ante la adversidad, nuevamente me declaraba vencedor, me sentí protegido,volví a cerrar los ojos, había vuelto a nacer.