Memorias de un Hombre Libertino

Crónicas vividas, deseadas,soñadas o quién sabe que,por un tipo algo soberbio, libertino y también algo racista, bisexual por naturaleza, pero heterosexual ante la sociedad.

jueves, julio 20, 2006

Desde hoy , he prohibido a mis ojos : el mirarte de nuevo a la cara ( Parte I )

Comencé el último año de mis estudios primarios , estaba feliz pues ,todo me iba muy bien, acababa de regresar de Japón, a dónde fui a visitar a mi hermano mayor, ya que me llevó por mi cumpleaños.

En los primeros dias de abril, llegó al colegio un sacerdote nuevo (estudiaba en un colegio religioso) y éste tenía alrededor de 25 años, acababa de recibirse y nos iba a enseñar Familia y Civismo, recuerdo que él mucho miraba a un compañero que era de color y que era el más adulto del salón pues tenía 15 años mientras lo demás no pasábamos de 12 (yo tenia 12 recién cumplidos).

Éste compañero al ser mayor, se comportaba de una manera muy corriente, además era bien pendejo en todo sentido, molestaba a todo el mundo, y era uno de mis buenos amgios de infancia, el profesor Francois, que asi se llamaba el nuevo sacerdote, mucho lo miraba y de una manera libidinosa lo recuerdo como si fuera ayer, cada ve que lo veía cambiaba el tono de voz...luego supe porqué...

Al terminar la clase, siempre mi compañero Sanchez-Patiño, se quedaba a solas con el Profesor y cerraban la puerta , pues era hora del recreo,todo iba normal, pero algo en mí decía que habia algo turbio y pecaminoso entre ellos.

Al finalizar el bimestre, hubo un campeonato deportivo, y todos participamos, ese día al finalizar toda la actividad nos fuímos a los vestuarios a bañarnos, y al salir ví claramente cómo Francois, entró corriendo al baño y le dió el alcance a mi compañero Sanchez-Patiño.

Yo salí y me estaba retirando a mi auto para irme a mi casa, pues ya habia llegado el chofer,en eso recuerdo que Sanchez-Patiño tenía mis chimpunes en su mochila pues yo no había llevado maletin y voy corriendo al baño a pedirselos,grande fue mi sorpresa que al entrar a los vestuarios, vi al Padre Francois echado en la banca boca abajo y sin calzoncillo , con su sotána levantada y a mi compañero encima de él, cachándoselo por atrás.


Mi compañero me vió entrar, lo único que hice fue salir corriendo de allí, oyendo al Padre gimiendo de placer y diciendole : Sigue Sanchez, así, háslo, soy tu mujer, mi compañero me hizo una señal de silencio. y siguió metiéndosela, salí muy contrariado de los vestuarios y me fuí raudamente al auto,sientiendo asco por dentro,asco por lo que había acabado de ver,la imagen de respeto a la autoridad religiosa desapareció en ese momento.

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