Memorias de un Hombre Libertino

Crónicas vividas, deseadas,soñadas o quién sabe que,por un tipo algo soberbio, libertino y también algo racista, bisexual por naturaleza, pero heterosexual ante la sociedad.

miércoles, agosto 19, 2009

Lo único que quiero eres tú, mi única verdad

A veces el instinto de cada persona se manifiesta en el momento menos indicado, eso fue lo que me pasó, a un par de horas de haberlo conocido, ya me había quedado impresionado con el huevón de mi cuñado, un tipo tosco, vulgar, mal educado, corriente, pero con algo que llamaba poderosamente mi atención: su total contraste para conmigo.

Busqué la forma de hurgar en su intimidad, cervezas iban y venían, yo no dejaba de mirarlo, a veces descaradamente, pero tratando de ser siempre sutil, poco a poco, las horas pasaban, y las cervezas, hacían muchas cosas por mí, me dejaban ver la miseria de aquel hombre, que había provocado en mi, una permanente erección, que si bien la podía disimular, no la podía controlar.

Pensar en tratar de tener una aventura ahí, en plenas narices de mi flaca, era una empresa muy delicada, tenia que pensar con la cabeza, y no la de abajo, sino la de arriba, que es la que te da mas y mejores opciones a la hora de jugar tus cartas.

Cada vez que él decía o hacía algo, no dejaba de mirarlo, él a veces me correspondía la mirada, pero mas estaba pendiente de su acompañante, eso me irritaba mucho, sentía una cólera atroz por la mujer esa, pues acaparaba toda la atención de mi cuñado, pero que podía hacer, era mejor así.

En un momento cuando fui al baño, me mojé la cara, sentía que en cualquier momento, podía perder la cabeza, podía dejar brotar mis emociones y quizás hacer una estupidez, pensé mucho en que tenía que controlar esa sensación de tenerlo en mis brazos, esa sensación de poder besarlo y tocarnos, dejarlo que me toque, dejarlo que me haga lo que quiera, era un vendaval de pensamientos, todos tormentosos.

Mientras me miraba en el espejo, decidí, que lo mejor era irme a mi casa, ya no podía seguir ahí, pues estaba seguro de cometer algún imprevisto, tarde o temprano iba a pasar, en ése momento cuándo prestaba a abrir la puerta del baño, mi cuñado entró, estaba borracho, con la bragueta abierta y con su pene en la mano, pensando quizás que no había nadie, entró y directo se fue a miccionar, me quedé impresionado, él no me vio, ya que entró de frente, sin mirar a ningún lado. Me quedé pasmado.

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