Memorias de un Hombre Libertino

Crónicas vividas, deseadas,soñadas o quién sabe que,por un tipo algo soberbio, libertino y también algo racista, bisexual por naturaleza, pero heterosexual ante la sociedad.

viernes, agosto 14, 2009

Pido por tus besos, por tu ingrata sonrisa

Antes de contarles lo que pasó con mi cuñado es mejor comentarles, cronológicamente mi historia con él, pues también tenemos nuestras cosas, una lista de sucesos, un montón de momentos, inolvidables, como todos en mi vida.

A Rainer, lo conocí cinco años atrás, por intermedio de mi mujer, en una de nuestras tantas salidas, cuándo aún éramos enamorados, cuándo aún no pensaba en tener algo serio con ella.

Recuerdo la primera vez que lo vi, estábamos en una discoteca, él llego con una amiga, que no era muy bonita, la chica esta bailaba horrible y vestía fatalmente.

Mi mujer nos presentó, me miró con cierta desconfianza, típico hermano celoso, lo miré por encima del hombro, me pareció poca cosa, como me parecen todos mis cuñados, no le tomé mucha importancia en ese momento, pues lo único que yo quería era bailar, pues para eso había ido a la discoteca, no para presentarme en sociedad.

Lo invité a la mesa, yo tenía dos jarras de cuba libre, él compró dos jarras de cerveza, le dije que no tomaba cerveza, hizo un gesto, como diciéndome: Y a mi que mierda me importa. Para colmo de males me invitó un vaso, que rechacé, cortésmente, me volvió a hacer un gesto de molestia, por dentro me cagaba de risa, a mi con huevadas, pensé.

Rainer bailaba fatal, su acompañante también, decidí dejar de amargarme por las huevas, los ignoré un par de horas, mi flaca no dejaba de besarme, lo estaba pasando bien, a excepción de mis acompañantes.

La chica que acompañaba a mi futuro cuñada, se emborrachó rápidamente, hizo un pequeño show en la discoteca, yo no dejaba de reír, era muy jocoso, mi cuñado solo me miraba.

Para no chotearlo, lo acompañamos para que tome su taxi y la lleve a la chica a su casa, eran las dos de la mañana, mi flaca me dijo para ir a su departamento, mi cuñado nos dijo que nos daría el alcance, tengo ganas de tomar, me dijo antes de que suba al taxi, te esperamos pues.

Mi flaca y yo nos fuimos en su carro, le pedí que manejase despacio, mientras lo hacía, en una de las calles mas congestionadas del centro de lima, me agarró la entrepierna; esta mierda quiere cachar, pensé.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal