Memorias de un Hombre Libertino

Crónicas vividas, deseadas,soñadas o quién sabe que,por un tipo algo soberbio, libertino y también algo racista, bisexual por naturaleza, pero heterosexual ante la sociedad.

sábado, febrero 28, 2009

Tengo miedo, mi hija ya está por nacer: Papá por segunda vez...

Estoy un poco tenso, mi esposa está a punto de dar a luz a mi segundo hijo, mejor dicha hija, pues será mujer, ha sobrepasado la fecha probable de parto, ello me asusta, pues con su anterior embarazo no hubo ningún tipo de complicación, pero soy de las personas que pienso que no todo los embarazos son iguales, bueno es algo que todos sabemos.

Todo esto comenzó en Madrid, dos noches después de que llegó a darme el alcance, o mejor dicho a darme una sorpresa, no fue planificado, aunque en cierta parte si, pues yo deseaba mucho tener una hija, pero no tan pronto, al menos esperaba que mi hijo mayor tenga 5 años, pero la arrechura nos ganó, y aquí estamos, algo preocupados, felices, tensos, contentos, insomnes, ansiosos, en sí, sentimientos encontrados, ella más que yo.

El embarazo, si bien es cierto le ha chocado desde el inicio, no ha sido nada inoportuno, mi mujer estaba pasando por un momento muy crítico en su vida profesional y laboral, las responsabilidades la estaban matando, el estrés la estaba consumiendo, y la abundante paciencia, estaba casi extinguida.

Por lo tanto, ni bien su médico le dijo que el embarazo era de alto riesgo, por muchos factores que son complicados de narrar, ella decidió hacer un paréntesis en todo y dedicarse a nuestro hijo mayor, y su embarazo.

Disminuyo de 8 a 4 horas su horario laboral, dejando más tiempo para descansar y simplemente disfrutar de ésa etapa, ella estaba algo renuente, pues estaba acostumbrada a trabajar y trabajar, pero la pausa era necesaria, más que todo por su salud física y emocional.

En los primeros meses, estuve algo impávido por la noticia, no lo asimilé en el momento, pues el tener un hijo implicaban muchas cosas, que ya había olvidado, como los gastos propios, las trasnochadas, las lloriqueadas y muchas cosas. Pobre de mí.

Aproximadamente al 7mo mes de embarazo, dejó de trabajar, por indicación mía y de su médico, por mi parte procuraba viajar cada 15 días, en visitas de médico para verlos, por suerte nos comunicábamos a diario por Internet, estaba casi al tanto de todo.

No estaba tranquila en casa, detestaba que le mantuviera casi inválida sin hacer nada, pero le dije que era por su bien, algo terca, discutía conmigo muchas veces por la web cam, era chistoso pelearnos por Internet, pero al final siempre se hacía lo que yo decía, pues lo que este embarazo le dio, que no le dio el primero fue una virtud: la sumisión.

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