Éste sabor amargo , sabor de derrota , que crece en mi boca : cuándo tú no estas

Un día le pregunté si era cierto, lo que mis amigos comentaban, que la habían visto con un chico en su carro (mi papá le había asignado una camioneta para trasladarse), en un momento dudó, pero no me lo negó, si es mi enamorado, ¿algún problema?, no te metas, yo no digo nada, tú eres un libertino, no me dejó tiempo a pensar nada, quedé estupefacto.

Pensé mucho antes de responderle, pues no sabía cómo reaccionar ante tal estado de rebeldía, la desconocía totalmente, de igual manera le reproché, le djie un montón de cosas, ello no está bien, no puedes andar frecuentando gente que no es de nuestro nivel, no puedes tener un enamorado que no está a tu altura, y otras cosas más.

¡ No te metas en mi vida ¡, me dijo una y otra vez, estaba histérica, si tanto te molesta lo que estoy haciendo, no me dirijas la palabra, ya pronto podré hacar mi vida, si le dices a mis papas, olvídate que tienes una hermana.

Ello me sorprendió más, nunca me había hablado de ésa manera, era otra, ¿quién diablos la había cambiado tanto?

Le pregunté por "su enamorado", de dónde era, que edad tenía, su nombre, en dónde vivía, pero no me decía nada, estaba absorta é alterada, su actitud para conmigo fue como un shock, áquella linda chica de cabellos rubios, que me decía ésas cosas, no era mi hermana, era otra persona.