En este mundo no sería feliz, si no te tengo junto a mí

Salí raudamente de ahí, a buscarla, a buscarlos, una opresión fuerte, estaba matándome de a pocos, todo mi obnubilidad había desaparecido, estaba más escuánime que de costumbre, la sola idea de perderlos, ya me estaba desquiciando.

La encontré entrando al terminal, estaba con unos lentes oscuros, quizás para que no la reconozca, o tal vez para que no se le vean los moretones que le dejé, quizás ambos, quizás...

Estaba cargado a mi hijo, y la niñera detrás, llevando las maletas, me acerqué, al verme, me dío una tremenda bofetada, que me hizo reaccionar por completo, la cogí del brazo, no se dejó, se zafó de inmediato, prosiguió su camino, la seguí sigilosamente, en un descuido, de la niñera, que llevaba a mi hijo en brazos, se lo quité, ella volteó a mirarme y cruzamos estas palabras :

Suelta a mi hijo, no lo toques
Él también es mi hijo, y si te vas de mi lado, te vas sola
Estas loco, él se va conmigo, cómo lo vas a criar, si ni buen padre eres
Él se queda conmigo, haz tu vida, pero sola, yo me encargo de él
Eso quieres ?? estás hablando en serio, quieres que me valla
Lárgate, tú lo has elegido, yo no te he botado...
Porqué eres así, si yo te amo, porqué te has vuelto así de insoportable
Yo te amo, pero no vas a estar chantajeandóme siempre con mi hijo
Si ya no podemos estar así, te pasas Luis, esto es el colmo
Ya te pedí perdón, pero parece que te gusta que te rueguen mucho
No es eso, si no que tienes que reaccionar no podemos estar así
Lo sé, voy a cambiar, necesito pensar mucho, estoy mal, estoy muy mal
Una más y no hay vuelta atrás, me voy y nunca más nos vuelves a ver
Está bien, lo haré

Salimos de ahí, rumbo a la casa, en el camino, no cruzamos palabras, estaba medio ido, por todo lo que había acontecido, mi mente estaba en una incesante batalla para poder comprender todo lo sucedido, yo estaba mal, emocionalmente estaba desecho, amaba a mi esposa a pesar de todo, adoraba a mi hijo, por ser la razón más importante de mi existir, era cierto , yo estaba fallandóles, y no era justo.

Llegamos a casa, en silencio bajamos las cosas del auto, mi vida ya comenzaba a recobrar sentido, me hijo estaba dormido en mis brazos, ajeno a todo, inocente de todos estos problemas, estaba satisfecho en parte mi vida marital se había salvado, o al menos eso parecía, había una tregua de por medio...

Y no iba a desaprovecharla, jamás...