Yo vine aquí , para dejar una señal

Al terminar la secundaria, en uno de los mejores colegios religiosos de Lima, tenía ya en mente postular a la UNMSM, para estudiar Medicina, vocación que tuve desde pequeño : eso de querer curar a la gente, me apasionaba mucho.

En diciembre del 2001, luego de un inolvidable viaje de promoción, salí del país, a cumplir una de mis grandes anhelos de niño, conocer Italia, la tierra de mis abuelos, ello siempre fue postergado por mis padres : hasta que termines la secundaria hijo, decía mi mamá, lo logré, y me lo concedieron.

Estuve solamente en el extranjero enero y febrero del 2002, pues marzo era un mes crucial, para determinar mi futuro, no deseaba tomar un año sabático cómo mis demás compañeros, mi meta era ser profesional a los 20 años, tenía que lograrlo. Y lo logré.

Por cierto, las peripecias de mi viaje a Italia, las contaré en otro post, pero ahora me centraré en lo que fue mi estadía en la universidad al menos los dos primeros ciclos que tuve la osadía de llevar , en una universidad nacional.

Postulé a Medicina, seguro de obtener una de las 50 vacantes, que habían para 3,000 aspirantes, éramos 17,000 postulantes en total, en la primera opción, la UNMSM, ofertaba solo 1.700 vacantes, sólo el 10 % del total de aspirantes. Interesante reto.

Siempre he sido un hombre de metas a mediano y largo, cómo obtuve el 1er puesto en la secundaria, me fue más fácil, pero ni crean, di el examen de rigor, y ocupé el puesto 8 , sin más ni más, con un promedio de 19.01.

Estuve seguro de ingresar, pues tuve una excelente preparación durante los 5 años de secundaria, recuerdo que no contesté 5 preguntas del total , pues ya el nerviosismo me había traicionado, asimismo durante el mes de marzo previo al examen tuve asesoría externa de 10 profesores particulares, que diariamente reforzaban mis conocimientos, y sí que se los agradezco.

Fue una preparación a conciencia , pienso yo, pues tenia , esa meta, era algo que me quitaba el sueño, tenía que demostrarme a mí mismo que si podía.

Mis papás, no estuvieron de acuerdo en un primer momento, en postular a la UNMSM, pues sabían que era complicado, además no lo veían bien para mí, yo no estaba en condiciones de estudiar en una universidad nacional :“ay hijo, que dirán mis amigas, tú en una universidad nacional , porque tan caprichoso” ; se quejaba mi madre, de vez en cuándo tratándome de hacer desistir de mi tan arriesgada empresa.

Ellos, buenamente, me propusieron estudiar, en otra universidad, o irme a estudiar a Cuba, ya que ahí hay buenísimas universidades, para lo que es Medicina, además mi papá tenía algunos amigos por allá, cuándo fue agregado militar en la Habana, así que me era más fácil, según él, lo tomé cómo un soporte o una posibilidad pero muy remota, muy remota.

Le tomé la palabra de una oferta que me hizo mi padre, quién me retó, luego de tanto insistir, a ingresar a la UNMSM, si lo lograba , me regalaría un carro , esa era la recompensa.

Que podían ya más hacer, por hacerme cambiar de opinión, ya era cachimbo de la UNMSM, de la facultad de medicina, ya era todo un logro, era ya el inicio de quizás una brillantísima carrera.

Vida nueva, carro nuevo, bueno camioneta nueva, yo mismo la escogí no muy grande pero si muy cómoda para mí.

Estaba feliz, todo se presentaba auspicioso para mi .